Atravesando los fiordos Patagónicos

¡Eh Petrel!
Estos últimos tres días he recordado mucho el libro con el que empecé esta pequeña aventura.
El Navimag cruzando los islotes y fiordos patagónicos, fuera ya de la placa continental, y los Petreles adelantándonos hasta la proa para luego, sin manifestar movimiento alguno, volver a popa y reiniciar el ciclo.
Desde Puerto Montt tomé el barco Navimag, un barco japonés, del '78. El día fue bueno y podíamos ver todo el tiempo a estribor la isla de Chiloé. Chiloé, un sitio que cuanto más tiempo pasa desde que me fui, más me gusta.
La puesta de Sol sencillamente fue... en el Pacífico, increíble. A decir verdad, me perdí el principio porque conocí a un matrimonio australiano y me resolvieron muchas dudas para la continuación del viaje, además de invitarme a pasar por su casa en Melbourne... todo llegará. El viaje avanza cada vez más lento, saboreas más los sitios y llenas muchos momentos conversando con la gente y aprendiendo... a lo Kintaro Ohé!
Durante la travesía conocí bastante gente, todos además ibamos hacia el mismo lugar y con el mismo fin, las Torres del Paine. Sabes que ya tienes mucho en común.
El segundo día fue espectacular. El tiempo no acompañó, nublado, frío y la lluvia intermitente. Salimos a mar abierto a navegar por el Pacífico y la borda se convirtió en la salvación para muchos, había que dar de comer a los delfines.
Ya por la mañana, de nuevo en los canales nos cruzamos con un barco, el capitán Leónidas barado desde los años '40, totalmente oxidado en medio de un canal. Bajo este barco se encuentra el Cotopaxi desde el siglo XIX, así que no es el de Encuentros en la 3ªfase. 
Poco después llegamos a Puerto Edén. Realmente un Edén en el que hoy, ninguno viviríamos. Puerto Edén es una pequeña aldea en una isla con una vegetación realmente diferente a la que conocemos. Sus casas fabricadas en madera y chapa colorean la isla. La más grande de todas ellas es el colegio aunque sólo hay 6 alumnos. Hizimos una ruta de una hora que agradecieron las piernas y la cabeza después de dos días en el barco. Mientras caminaba, imaginaba cómo sería vivir ahí, no hoy, hace dos siglos, como lo hicieron los kawéskar o, como los llamaron los primeros españoles al llegar -por eso de no dejar nada intacto- calacalufes. Vivían herrando de isla en isla por los canales.Hoy, según me contaron, quedan 7 kawéskar.
Dejamos Puerto Edén para en pocas horas llegar a uno de los puntos más impresionantes del viaje y de lo que haya podido ver hasta ahora, el glaciar Pio XI. Este glaciar en tamaño es el tercero del planeta, los dos primeros encontrándose en la Antárdida y Groenlandia. Lo que me impresionó realmente fue el momento, el lugar, el conjunto. El barco se adentro por un fiordo, desviándose de su ruta, y al final del mismo, bloqueándo cualquier salida se encuentra el glaciar. Ya recorriendo el fiordo algunos iceberg marcan la ruta hasta la pared de 6,5 km de ancho y con alturas de hasta 300 metros. Luego, ya muy cerca, la inmensa masa de hielo llena de grietas, delimitada por bosques y agua grisácea, te sobrecoge.
La travesía continua por los canales hasta el tercer día donde se estrechan hasta el paso de 80 metros de ancho. Pocas horas después llegamos a Puerto Natales.
Desde que llegamos hace a penas unas horas no he parado de organizarme. Mañana salgo hacia la "W" de Torres del Paine. En el barco conocí a Antonio, un madrileño montañero que lleva viajando 6 meses, y hemos decidido hacer la ruta juntos. La W se trata de una ruta no circular de 4 a 5 días durmiendo en tienda ya que los refus están llenos y...le quitan parte de encanto por qué no decirlo? Levantarte por la mañana, abrir la cremallera y ver el sol saliendo tras las Torres del Paine debe de ser algo inolvidable. Salimos con mucha ilusión esperando que el tiempo nos respete y que, aunque sea entre chaparrón y chaparrón, entre vendaval y vendaval, nos deje ver esas esculturas de la naturaleza. Mañana saldremos a las 7h para tomar un autobús de 3 horas y luego un ferry que nos llevará a las puertas de la W, la haremos de oeste a este para no encontrar mucha gente. También saldrá con nosotros Martina, una chica que también iba en el barco, pero ella andará la "Q"... 10 días con pasos complicados de hielo... cosa seria.
Desde Puerto Natales os deseo que paseis una muy buena nochebuena con la gente más querida. Por mi parte estaré pensando en cada uno de vosotr@s, según la previsión en el campamento de Torres de arrriba. El 25, con un poco de suerte podremos ver salir el sol tras los tres grandes picos.
Gracias por cada uno de los mails y comentarios que seguis mandando y que me dan muchas ganas cada vez que llego a un hostel de sentarme a escribiros como si estuvieramos cara a cara y nos pudieramos tomar un cafolí o una cerveza.
Pepa com no podia ser d'una altra manera, entre foto i foto, las olitas estaban ahí... no hi ha remei! Aquest any si que no m'arriven missatgets de la vuelta al c...! Un abrac a tots/es i conteu que el quadernet, no aquest digital, l'altre va ompliguent págines i págines amb el lapicero especial, merci.
Pere....FELICITATS COSÍ, segur que pasares un gran cumple amb molts regals!!! Ara ja saps la carta als reïsos ha de ser de dos págines, demana un Darth Vader!
Un fuerte abrazo a tod@s y hasta dentro de unos días.