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viernes, 14 de enero de 2011

Valparaiso, Valpo para los amigos.

Santiago.
Pasé dos días en Santiago. Descansando y haciendo una toma de contacto con la cultura del norte chilena y la gran ciudad. Primer momento descolocado, ruido, coches, todo anda muy rápido o yo llevo dos meses sin tocar una gran ciudad.
Por la mañana decidí salir más tarde, dormir un poco más y descansar, me hacía falta. Comencé a andar hacia el centro y al cruzar el puente le pregunté a una chica si iba en la dirección correcta. Resultó ser americana sin aspecto de chilena, suele pasar. Sin embargo, esta casualidad hizo que pasáramos todo el día recorriendo Santiago. Desde hace tiempo, evito las grandes ciudades ya que andar por ellas sólo -paradógicamente rodeado de gente que no mira a la cara- me hace sentir un extraño. Ella tomaba el avión por la tarde así que fue perfecto para ambos. Además de practicar inglés que va a hacer falta descubrí un nuevo trabajo, el suyo. Se trata de buscar nuevos recursos y modos de vida teniendo en cuenta los cambios que está sufriendo el clima. Creo que por allí el invierno anda algo raro, no?
Al día siguiente, desayunaba con una pareja de argentinos y al momento estábamos arreglando el mundo y hablando de cine. Fuimos juntos hasta La Chascona, la casa en Santiago de Pablo Neruda. Lástima, no hay entrada hasta las 14h. y no quiero llegar tarde a Valparaiso, veré la casa cuando vuelva a Santiago, necesito mover. Nos despedimos y salgo corriendo hacia la terminal, de camino un completo italiano con palta (perrito caliente con aguacate que ponen a todo) y conversación obligada con el dueño. Me empieza a gustar Santiago. Siempre se oye música de fondo, en las plazas, en las calles y la gente parece más abierta que en otras ciudades.
Valparaíso.
Al bajar del autobús advierto que una chica mochilera busca en un mapa de la Terminal. En Santiago te advierten todo el tiempo que tengas cuidado en Valpo y que mejor no andar sólo. Decido a la chica acercarme y preguntarle si conoce algún hostel. Resultó ser así y conocí a Brianna, una chica de U.S. con una sonrisa permanente dibujada. Juntos compartiríamos un gran día en Valparaíso.
La primera sensación cuando llegas a Valparaíso es de que esta ciudad, que no pueblo, no ha podido ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Muestrenme el recibo. La parte de abajo de la ciudad es muy ruidosa, no es nada limpia pero algo debe de tener.
Poco a poco, su esencia, sus calles, sus pinturas, su espíritu, el carácter de sus gentes, su historia y sobretodo, el mar y las palabras de Neruda hacen que te parezca uno de los lugares más especiales para conocer.
Ayer paseando por los cerros de Valpo, conversando con sus gentes me acordaba de la historia que me contó un gran amigo sobre los lugares especiales y pensé ...aquí he de volver. 
La Sebastiana. 

'En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta.'

Un barco sobre tierra es la Sebastiana. Cuántas veces tuve que memorizar, leer y estudiar la vida de Pablo Neruda y tantos otros poetas durante aquellos años del instituto. Al entrar en La Sebastiana comprendí lo difícil que es aprender, estudiar, conocer o vivir sus poemas sin haber visto el mar desde el salón-barco de una de sus casas. No se permiten fotografías del interior de las casa y piensas, mejor. Las fotografías estarán en mis recuerdos.
Aunque... Es mejor recordar lo que va a pasar, que lo que sucedió. 
La casa consta de cinco pisos cada uno de ellos con vistas a Valparaíso y al Mar, él decía que era Marinero de tierra. Junto al salón, un bar para los amigos (con tirador de cerveza con forma de timón de barco) dónde preparaba un cocktel de Champagne, cointreau, azucar y zumo de naranja que 'no es más que un engaño para que entré todo lo demás'. ¿Os suena el cocktel?
 Lo que más me atrajo, a parte del bar, fue una mesita junto a la ventana con conchas de mar encoladas que él solía coleccionar. Junto a la mesa, un poema.


Conchas
Conchas vacías de la arena
Que dejó el mar cuando se fué,
Cuando se fue el mar a viajar,
a viajar por los otros mares.

Dejó las conchas marineras,
pulidas por su maestría,
blancas de tanto ser besadas
por el mar que se fue de viaje.


Tras la Sebastiana recorrimos los cerros Alegre, Bellavista y Concepción. Acabamos muy cansados y nos merecimos una buena cena.
Al día siguiente nos animamos a acercarnos a Isla Negra a visitar la verdadera casa de Neruda, dónde más vivió y dónde está enterrado con su mujer bajo un barco cuya proa mira al mar. Llegar a Isla Negra fue más largo de lo previsto ya que nos dormimos y continuamos el viaje en el autobús una hora más. Llegamos hasta San Antonio, al que bautizamos como ¡el mejor pueblo de todo Chile! Compartiendo la perplejida de un chofer que había terminado el servicio hacía una hora y pensaba que iba solo en el autobús tomamos otro colectivo para deshacer el camino de más. ¿A dónde hubiesemos llegado? No lo supimos, tal vez a comer en casa del chofer. Lo cierto es que mereció la pena ver a modo de película en el bus esa zona de la costa con mucho turismo local y playas muy bonitas. Un perro subió también al bus y lo acercamos al pueblo más cercano.
Isla Negra.
Era la "verdadera" casa de Neruda y se percibe cuando llegas a ella por el carisma que desprende. Y es que sus casa son un reflejo de su personalidad. Llenas de juguetes -entre ellos siempre un caballo de madera-, de grandes ventanas al mar, sombreros de disfraz para sus amigos, conchas,... era un coleccionista de cosas, le hubiese gustado 'Derribos Andrés'.
A la entrada una marea tallada cita: Regresé de mis viajes. Navegué construyendo la alegría. 
Algo así voy sintiendo día a día, pero todavía no regresé.
Ayer paseé por Valparaíso sólo, todo el día. Pero cuando paseas por Valparaíso nunca estás sólo. La soledad aquí es difícil de encontrar porque a cada esquina puedes hablar con alguien del lugar, sólo debes de acercarte. Sus casas de colores y los cerros se van sucediendo entre grafitis, murales y música. Siempre oyes música, siempre hay alguien tocando.
Por la tarde me acerqué a Viña del Mar a 15 minutos de bus. Viña me pareció una especie de Benidorm con enormes mareas y algunos edificios coloniales. Personalmente, no me llamó tanto la atención como Valpo, su vecina. Aunque en Santiago hay opiniones repartidas entre ambos lugares.
No pude visitar el museo de Pascua ya que se encontraba cerrado.
Sin embargo, Neruda 'el coleccionista' decía que cuando se encaprichaba con un objeto lo único que hacía era desearlo fervientemente hasta que éste iba a él. 
Guiándome por el mismo principio ayer volví a visitar una sucursal de LAN, la décima desde que entré en Chile? Era la última tentativa de buscar un vuelo "asequible" a Rapa Nui. La chica del mostrador se puso manos a la obra encontrando para la primera semana de febrero la tarifa más económica posible en estas fechas. No me lo podía creer. Esta mañana hice las gestiones para retrasar mi siguiente vuelo RTW y me he hecho el regalo de navidad con retraso. Me despediré de Chile con los gigantescos Moabs.
Qué grandes momentos te brinda la vida en situaciones que no esperas. Dejo Valparaíso sabiendo que tiene todos los ingredientes y sabores para que la vuelva a visitar, sobre todo, tiene Mar. 
En dos horas continuo el viaje hacia el norte. Brianna y su amigo Bryan ya se fueron hacia Patagonia, no pudimos cuadrarlo para subir hacia el norte y recorrerlo en coche. Pero estos días, han sido una sonrisa permanente que seguro les acompañara en Paine cuando lleguen. Paine... qué lejos queda!

Un abrazo a tod@s y a seguir contruyendo alegría. 

4 comentarios:

  1. Grande como siempre Andrés! Por cierto, qué playita más apetecible,jeje...
    Un abrazo muy grande.

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  2. Increible el relato, pero lo + de lo + LA ISLA DE PASCUA.Es como el broche de oro.Siempre hemos tenido uno en los viajes ¿recuerdas? No te podia faltar. Estamos a tope. Lo conseguiste BIENNNNNNNNNN. Un beso y adelante.

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  3. APREDO APRENDO,
    Me encanta ver que haces amigos por donde vas, ya te imagino,, ,preguntando la hora y al final resukta que acabais viendo la ciudad juntos jjej
    Un abrazo
    karlos

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  4. Construyendo alegría...y a seguir con la estrella!!! Isla de Pasua.......molt be!!!un besazo!!!

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