'Quan surts per fer el viatge cap a Itaca,
has de pregar que el camí sigui llarg,
has de pregar que el camí sigui llarg,
ple d'aventures, ple de coneixences.
Has de pregar que el camí sigui llarg,
que siguin moltes les matinades
que entraràs en un port
que els teus ulls ignoraven,
i vagis a ciutats
per aprendre del que saben.
Has d'arribar-hi, és el teu destí,
però no forcis gens la travessia.
És preferible que duri molts anys,
que siguis vell quan fondegis l'illa,
ric de tot el que hauràs guanyat
fent el camí, sense esperar
que et doni més riqueses.
Itaca t'ha donat el bell viatge,
sense ella no hauries sortit.
I si la trobes pobra, no és que Itaca
t'hagi enganyat. Savi, com bé t'has fet,
sabràs el que volen dir les Itaques.'

Finalmente han sido ocho meses. Cuando deje este suelo no sabía ni cuanto tiempo ni exactamente donde iba a acabar. El viaje ha ido marcando su senda a medida que avanzaba, como en la vida. Sin prisas. Pronto me di cuenta de que el tiempo adquiría otra dimensión. Así fue como, dedicando ese tiempo y energía, empecé a descubrir la esencia de cada lugar sin prisas pero sin pausas.

Hoy, revivo los kilómetros recorridos y todo lo que me han ido enseñando, las culturas originarias de los Yámanas, mapuches, el estruendo del agua de Iguazú cayendo o el de los témpanos de hielo crujiendo en el Perito Moreno, los azules turquesas de Paine o de Gili, la inmensidad del granito en el Aconcagua o en el Mount Cook, el respeto y orgullo por una gran cultura como es la Rapa Nui, los fiordos Chilenos, la Lluna en su Valle de Atacama o de Ischigualasto, el mar de sal de Uyuni, la Tierra roja de Uluru y sus pinturas vivas que te hacen ver el ayer en el hoy y desear que el aborigen recupere la fuerza de la serpiente arcoiris, la cultura rural de Lombok enmarcada entre montañas y olas de sueño, los atardeceres que te acompañan, los sunrise para los que no cuesta levantarse,... sé que todas estas vivencias me acompañaran por mucho tiempo.
Ya desde una comodidad que por ahora resulta todavía incómoda pienso en toda la gente que he tenido la gran suerte de conocer. Algunos nos volveremos a cruzar y otros no, c'est la vie. Pero el hecho de conocernos y compartir grandes momentos en nuestros respectivos viajes ha sido una de las grandes experiencias de este año. Creo que pocos imaginábamos que podíamos ser tantos con esa misma inquietud de conocer sin tiempo y sin ataduras algunos de los secretos del mundo. Espero encontraros más adelante gracias a una de esas casualidades que no existen y, mientras llega esa cerveza, seguid disfrutando y buen camino.

Durante estos meses, como ya he comentado, el día a día te abstrae en muchos momentos de sentimientos de añoranza o confusión, sencillamente avanzas. Sientes que deseas seguir avanzando para seguir conociendo o, tal vez, por ese espíritu nómada escondido y no siempre socializado que bien quedaba explicado en el libro Pequeño tratado sobre la inmensidad del mundo que leí antes de zarpar-merci, Mahdi-.
- 'Mi ilusión es viajar. Pero no comprendo a la gente que viaja años porque pierden su realidad, debes de estar contento con lo que tienes'- nos comentaba en una noche de las que marcan en el sur de India.
Inicié un viaje sin fechas pero sabiendo que ya tenía mi propia realidad. Aun así, el alejarte de ella te hace entenderla más y apreciarla a otras escalas.
Un viaje te va guiando y llenando de unos momentos que quedan ya en tí. Pero, cuando termina?

El viaje fue largo, 23 horas. Son horas que pasan rápidas rememorando y asimilando lo que suponen todas esas horas de avión, metro y autobús. A la espera del autobús andas en busca de un bar y cierras los ojos para comer el queso manchego -nunca había sabido tan bien!-, la ensalada ocupa todo el plato y el gran bocadillo de tortilla de patata con tomate restregado es con el que has salivado desde hace meses.
La llegada fue celebrada con una cena y esa misma noche con un nuevo aterrizaje. El cuerpo también notó el cansancio acumulado desde... ?¡¿ Estos últimos días me había ido avisando. Me desperté creyéndome en Kuta. Sentía el fuerte dolor de espalda desde aquella surfeada con Carlos en Kuta, las picaduras de las sunflies neozelandesas que todavía siguen infectadas... y de pronto un fuerte dolor en la frente que me despertó de golpe haciéndome saber donde me encontraba. Estaba en el suelo de mi casa con una brecha en la ceja! Había pensado que sería extraño dormir más de dos días en la misma cama a partir de ahora, así que esa noche dormí en el Hostelpital con mi ceja ya cosida y... una buena cama, arroz al horno, pan de pan, lechuga, tomate frito natural... todo un manjar!
Cuando llego a casa veo sobre la puerta una madera tallada que no está...
'Regresé de mi Viaje. Navegué construyendo la Alegría.'
El viaje es un paso más dentro del gran viaje que te revive y te aporta nuevos sueños que cumplir. Así que... como decía Roy...
'Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais...
atacar naves en llamas más allá de Orión,
he visto rayos C brillar en la oscuridad
cerca de la puerta Tannhäuser.
Todos esos momentos se perderán en el tiempo
como lágrimas en la lluvia.